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Hallazgos arqueológicos producto del cambio climático
Los descubrimientos son un golpe de suerte para los arqueólogos, sin embargo, representan una catástrofe para los ecosistemas
Caracas, 30 de octubre de 2023. Uno de los efectos del cambio climático es dejar algunas “cosas” al descubierto, como es el caso de la basílica de Potosí en el estado Táchira, debido a la fuerte sequía.
El pueblo de Potosí desapareció por completo en 1.984 para dar paso a la construcción del Complejo Hidroeléctrico Uribante Caparo, obra de gran importancia para el país.
La sequía expone desde otras partes del mundo tesoros que se encontraban ocultos, ya sea bajo las aguas o el hielo, oportunidad que indiscutiblemente utiliza la arqueología a su favor.
Hallazgos bajo el hielo
El 1.991 fue descubierto el hombre del neolítico “Ötzi, que Gracias a su excelente estado de conservación, los investigadores lograron reconstruir con gran precisión la forma como vivió este hombre hace unos 5.300 años en los Alpes, entre Italia y Austria.
Posteriormente, en 1.995 se encontró la momia inca bautizada como “Juanita”, a más de 6 mil metros de altura en el volcán Ampato, al sur de Perú.
En este caso, el deshielo provocó la caída del cuerpo desde un emplazamiento inca más alto hasta el cráter volcánico.
Se trató de una niña de unos 14 años que fue sacrificada a los dioses hace más de 500 años en un sangriento ritual llamado Copacocha.
Aunque en muchos casos los hallazgos sólo se hacen visibles con el deshielo, el aumento de la temperatura del aire y del agua de las últimas décadas también tiene efectos dramáticos para la ciencia.
Lo que estuvo protegido durante milenios en el clima frío y húmedo amenaza ahora con desaparecer en poco tiempo como consecuencia del cambio climático.
Historia develada
Por otra parte, en los Alpes europeos y en Escandinavia se encuentran, cada vez con mayor frecuencia, armas, trineos y piezas de ropa de la época romana o de la Edad Media.
Estos hallazgos nutren las investigaciones sobre la vida de los antepasados debido a su buen estado de conservación.
En febrero de 2.021, medios de todos el mundo reseñaron el hallazgo de los restos de tres mamut en Siberia, de más de tres millones de años.
Mientras que en el 2.022, el deshielo permitió la visibilidad de una cría de mamut en unas minas auríferas al norte de Canadá, de más de 30 mil años, que aún conservaba su piel y pelaje.
Tesoros hundidos
El deshielo de los glaciares, las lluvias torrenciales y, por supuesto, la subida del nivel del mar crearon también nuevos retos para la arqueología.
Por ejemplo, muchas de las antiguas ciudades portuarias del Mediterráneo se encuentran en grave peligro, mientras las fuertes sequías revelan tesoros hundidos.
La sequía en el Amazonas dejó al descubierto antiguas tallas prehistóricas faciales en varias rocas de Manaos que tienen una variedad de expresiones faciales.
Desde las sonrisas hasta las miradas espeluznantes, recuerdan remotamente a los “emojis” actuales.