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Doomscrolling y el inagotable consumo de noticias negativas
Las aplicaciones fueron programadas, de alguna manera, para mantenernos enganchados
Berlín, 29 de octubre de 2023. Entre una notificación, una llamada, varios mensajes, algunas alertas informativas y un sinnúmero de grupos en redes sociales, nos acostumbramos al “doomscrolling”.
Echar un vistazo al móvil es casi automático y antes de que nos demos cuenta, nos encontramos en una espiral de noticias negativas: violencia, guerra y crisis dominan nuestros feeds.
La transición fue progresiva luego de largos meses de pandemia; continuada por la campaña mundial por las vacunas contra el Covid-19; siguió el conflicto entre Rusia y Ucrania.
Terremotos, cambio climático, sequía, huracanes, y ahora la última escalada violenta entre Israel y Palestina.
Consumo de noticias negativas
Estudios recientes de algunos medios internacionales mostraron que las páginas de noticias están llenas de reportajes e imágenes crueles y deprimentes.
Acá aparece el término “doomscrolling”, una palabra formada a partir de los términos ingleses “doom” que se traduce como ruina y el germanizado “Scrollen” como desplazamiento.
Según una reseña de la agencia Deutsche Welle (DW), los “seres humanos tenemos una tendencia natural a la negatividad.” Las críticas, por ejemplo, influyen más en nuestro comportamiento y cognición que los elogios. Lo mismo ocurre con las malas noticias.
“Nuestro cerebro procesa más rápido, mejor y más intensamente las palabras negativas, y esto hace que las retengamos mejor“, afirmó la neurocientífica Maren Urner en una entrevista con DW.
En este aspecto, se genera una lucha individual y queremos estar preparados para la amenaza que nos aguarda. Cuantas más malas noticias leemos o más información recabamos, mejor preparados nos sentimos. Lo que es una gran mentira, según la investigadora.
Tecnología y estrés
El captar noticias estresantes puede impactar negativamente nuestros niveles de serotonina. El resultado puede ser agotamiento, tensión interior, irritabilidad, estado de ánimo depresivo, ansiedad y trastornos del sueño.
Aquí también entra en juego la hormona del estrés, el cortisol, que nos permite rendir a corto plazo en situaciones exigentes. No obstante, un nivel de cortisol permanentemente elevado puede ser perjudicial, estamos prácticamente bajo estrés permanente.
El alcance y los efectos del doomscrolling varían, pero los estudios muestran una conexión entre el consumo de malas noticias y mayores niveles de ansiedad, depresión, estrés e incluso síntomas similares a los del trastorno de estrés postraumático.
Equilibrio
No existe una fórmula única para consumir correctamente las noticias. Cada uno tiene que encontrar esa rutina por sí mismo. Pero hay algunos consejos para escapar de la espiral catastrofista:
Céntrese en noticias fiables y profundas, consuma menos medios escabrosos.
Establezca un tiempo y una duración fijos para leer noticias, por ejemplo 20-30 minutos por la tarde. No haga scroll sin fin a lo largo del día.
Desconecta las notificaciones o los mensajes push. En su lugar, lea un resumen diario de las últimas noticias.