EEUU
Trump impone aranceles del 100% al cine extranjero: ¿protección o censura?
La política «EEUU primero» está afectando la economía y la diplomacia de Washington

EEUU, 29 de septiembre de 2025. En una nueva escalada de confrontación comercial, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció este lunes la imposición de un arancel del 100 % a todas las películas producidas fuera del territorio estadounidense. La medida, presentada como una defensa de la industria cinematográfica nacional, ha generado preocupación por sus implicaciones económicas, culturales y políticas.
“Nuestro negocio cinematográfico ha sido robado de EE.UU. por otros países, como si le robaran un caramelo a un bebé”, escribió Trump en su cuenta de Truth Social. En el mismo mensaje, arremetió contra el gobernador de California, calificándolo de “débil e incompetente”, y culpó a su gestión por el supuesto declive del sector.
La decisión se inscribe en una estrategia más amplia de la Casa Blanca para condicionar el acceso al mercado estadounidense como mecanismo de presión para la relocalización de fábricas y servicios.
¿Protección o aislamiento?
Aunque el presidente justifica los aranceles como una forma de proteger la industria nacional frente a la competencia extranjera, expertos advierten que estas medidas podrían tener efectos contraproducentes:
- Aumento de costos: Las empresas distribuidoras enfrentarán mayores gastos, lo que podría traducirse en precios más altos para los consumidores.
- Tensiones diplomáticas: La medida amenaza con deteriorar aún más las relaciones con socios tradicionales como Francia, Japón o México, cuyas industrias cinematográficas tienen históricamente buena acogida en EE.UU.
- Restricción cultural: Al limitar el acceso a producciones extranjeras, se empobrece la diversidad cultural disponible para el público estadounidense, afectando el derecho a una expresión artística plural.
¿Un golpe a la libertad de expresión?
Más allá del impacto económico, la decisión es interpretada por algunos sectores como un intento de censura encubierta. En un contexto donde la administración Trump parece hostigar medios críticos y restringir voces disidentes, el arancel al cine extranjero representaría un nuevo paso hacia el control ideológico del contenido cultural.
“Imponer barreras al cine internacional no solo es una medida proteccionista, sino también una forma de limitar el acceso a narrativas que escapan al control político interno”, señaló un analista de políticas culturales.
Un precedente preocupante
La política arancelaria de Trump no es nueva, pero su extensión al ámbito cultural marca un precedente inquietante. En lugar de fomentar la competitividad mediante incentivos y apoyo a la industria local, se opta por penalizar la diversidad y cerrar las puertas al intercambio global.
En tiempos donde el cine sirve como puente entre culturas, esta medida parece más una muralla que una solución. Y como toda muralla, corre el riesgo de aislar más que de proteger.