Ciencia
NASA: la tierra refleja menos luz solar
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Este «oscurecimiento planetario» afecta principalmente al hemisferio norte y altera el equilibrio energético global. La reducción de nubes, el deshielo y un aire más limpio podrían estar acelerando el calentamiento
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Caracas, 06 de octubre de 2025. Un estudio del Centro de Investigación Langley de la Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio de Estados Unidos (NASA), en Hampton, Virginia, determinó que el planeta Tierra refleja cada vez menos luz solar al espacio, debido a que está absorbiendo mucho más calor.
Según mediciones satelitales recopiladas entre 2001 y 2024, la capacidad de reflexión del planeta – conocida por los científicos como albedo-disminuyó, especialmente en el hemisferio norte.
El fenómeno no implica que literalmente «falte» luz en un lado del planeta, sino que la superficie y la atmósfera reflejan menos radiación de la que solían devolver.
La consecuencia directa es que más energía queda atrapada en el sistema climático, alimentando el calentamiento global.
El equipo de investigadores, liderado por Norman Loeb, relacionó la disminución del albedo con varios factores:
- Pérdida de hielo y nieve, que reflejan gran parte de la luz solar.
- Cambios en la formación de nubes y variaciones en el vapor de agua.
- Variabilidad de aerosoles: en el hemisferio norte, la reducción de la contaminación disminuyó la cantidad de partículas; en el sur, los incendios forestales y las erupciones volcánicas las aumentan.
Durante décadas, la contaminación industrial generó partículas que, aunque dañinas para la salud, tenían el efecto de reflejar parte de la luz solar. Las políticas de control de emisiones redujeron esos aerosoles, lo que paradójicamente contribuye a que la atmósfera sea menos reflectante.
En ese sentido, ante esta situación, los científicos de la Nasa urgen que se agreguen estos datos en los modelos climáticos actuales.
El desequilibrio entre hemisferios está aumentando y se desconoce si el sistema se estabilizará por sí solo, según publicó FayerWayer.
Aunque la magnitud del cambio es relativamente pequeña -una diferencia de 0,34 vatios por metro cuadrado por década-, los resultados son estrictamente significativos.
Este hallazgo podría obligar a ajustar los modelos climáticos globales para divulgar con mayor precisión la dinámica de la energía solar en el planeta.
