EEUU
Exasesor de Biden: Maduro superó sanciones de Trump
Según su análisis, la campaña de «máxima presión» no produjo los resultados esperados

Caracas, 06 de abril de 2025. Juan González, exdirector senior del Consejo de Seguridad Nacional (NSC) de EEUU durante el gobierno de Joe Biden, afirmó que el presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro, superó las sanciones que su par Donald Trump impuso en 2019.
Cabe destacar, que durante su gestión de Juan González lideró un cambio fundamental en la política de EEUU hacia Venezuela.
Priorizaron un enfoque estratégico tras el fracaso de la administración Trump en lograr un cambio de Gobierno.
González, quien desempeñó un papel clave en las discusiones con el Gobierno Bolivariano, destacó que, al contrario de lo que se creía, se encontró con un Estado venezolano que se había consolidado y adaptado a las sanciones impuestas por EEUU en 2021.
«Lo que encontramos fue un régimen que ya se había adaptado a las sanciones de EE. UU. y un entorno diplomático regional donde el liderazgo estadounidense estaba profundamente debilitado», indicó.
Según su análisis, indicó que la campaña de «máxima presión» del mandatario Trump no produjo los resultados esperados, ya que después del impacto inicial de las sanciones, el Estado venezolano se adaptó y estableció conexiones comerciales con países como Irán y china.
«Los buques iraníes transportaban petróleo venezolano, lo transbordaban en Malasia y finalmente lo vendían a China con un descuento significativo» explicó.
Asimismo, advirtió que la nueva política de «máxima presión» hacia Venezuela, implementada por la administración del expresidente Biden.
Solo beneficiaba a China, el principal comprador de petróleo venezolano.
En este sentido, indicó que esta situación alivia la ineficacia de la sanciones y limita su capacidad para influir en el comportamiento del Gobierno del presidente Nicolas Maduro.
A su juicio, el enfoque de máxima presión fracasó, ya que no logró sacar al presidente Nicolás Maduro del poder, y erosionó la influencia de EEUU en la región, abriendo más espacio para que países como China, Rusia e Irán profundicen su presencia estratégica.