Internacionales
Jefe del Comando Sur merodea en el Caribe
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Con el objetivo de dividir a los países caribeños y alinearlos contra Venezuela.
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Caracas, 15 de octubre de 2025. La visita oficial del jefe del Comando Sur de Estados Unidos, Almirante Alvin Holsey, a naciones clave del Caribe, como Antigua y Barbuda, y Granada, es percibida en la región como un movimiento militar de alta peligrosidad.
Esta gira se produce en un contexto de marcada escalada de tensiones entre Washington y Caracas.
Por tal motivo, es interpretada por diversos analistas y líderes como parte de una estrategia para acorralar geopolíticamente a Venezuela.
Busca de aliados para despliegue militar
La peligrosidad de la gira radica en las solicitudes y propuestas que el Almirante Holsey estaría llevando a los países insulares.
Específicamente, informes señalan que Holsey ha solicitado a Granada la instalación de una base de radares.
De igual manera, a Antigua y Barbuda la posibilidad de «albergar activos militares» de Estados Unidos en su territorio.
Este intento de establecer una mayor presencia militar estadounidense, especialmente en países que son miembros de la alianza ALBA-TCP, dibuja una clara línea de fisura.
Por lo cual aumenta el riesgo de militarización en las inmediaciones de Venezuela.
La visita de Holsey, que es la primera a estos países desde que asumió el cargo en noviembre de 2024, coincide con un aumento en las fricciones.
Incluido el despliegue naval y aéreo previo de EE. UU. en el sur del Mar Caribe, supuestamente bajo el pretexto de combatir el narcotráfico.
Sin embargo, líderes regionales han denunciado que este despliegue y la actual gira son un preludio al lanzamiento de un ataque militar contra el gobierno venezolano.
Buscando asegurar el control de los abundantes recursos de la nación.
La movilización militar es un factor que eleva el riesgo de un conflicto en la región.
Fractura y presión sobre el Caribe
La presencia del jefe del Comando Sur busca «fortalecer la cooperación en seguridad», pero analistas señalan que el verdadero objetivo es dividir a los países caribeños y alinearlos contra Venezuela.
La presión sobre naciones como Granada y Antigua y Barbuda, para que alberguen infraestructura militar o cambien su postura de neutralidad, compromete la paz regional y la capacidad de estas pequeñas naciones para mantener una política exterior soberana.
La gira de Holsey se enmarca en la estrategia más amplia del Comando Sur para contrarrestar la creciente influencia de potencias rivales como China y Rusia en América Latina.
Al buscar bases operativas y de vigilancia en el Caribe oriental, Estados Unidos no solo presiona a Venezuela, sino que reafirma su interés hegemónico por controlar el dominio marítimo estratégico de la región, lo que incrementa la militarización del continente en su conjunto.
