Contaminación atmosférica puede afectar a mujeres embarazadas

Agencias internacionales, 27 de septiembre de 2024.- La exposición durante el embarazo y los primeros años de vida a la contaminación atmosférica, causada por partículas finas y óxidos de nitrógeno, puede ocasionar diferencias en la microestructura de la sustancia blanca del cerebro.

Esto de acuerdo a una investigación, liderada por el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), publicada por RT en Español.

Los científicos analizaron datos de más de cuatro mil participantes desde su nacimiento, como parte del Estudio Generación R en Rotterdam (Países Bajos), y calcularon el nivel de exposición a 14 contaminantes atmosféricos durante el proceso de gestación y la infancia.

Además, observaron datos obtenidos de escaneos cerebrales de mil 314 niños y niñas, realizados a los 10 y luego a los 14 años, que mostraron cómo la afección persistía durante la adolescencia, lo que significa que la contaminación posee un impacto a largo plazo en el desarrollo cerebral.

Contaminación en niños y niñas

El estudio concluyó que la exposición a los agentes contaminantes se asocia con un nivel más bajo de una escala denominada anisotropía fraccional, que mide cómo se difunden las moléculas de agua dentro del cerebro.

“Aunque el tamaño de los efectos sea pequeño, esto puede tener un impacto significativo a escala poblacional”, afirmó Mónica Guxens, investigadora de ISGlobal.

Los fetos y los niños, en comparación con los adultos, presentan una vulnerabilidad especial a los tóxicos ambientales, debido a su inmadurez fisiológica y más tiempo de vida después de la exposición.

Además, para el caso de la contaminación atmosférica, hay que considerar que los niños inhalan un volumen de aire relativamente mayor que los adultos y suelen pasar más tiempo al aire libre.

En los últimos años ha aumentado el interés por el estudio de las alteraciones en la salud del feto en relación con las exposiciones ambientales.

Los efectos en el desarrollo fetal pueden tener consecuencias inmediatas, e incluso a largo plazo, en la salud de los individuos.

Hasta hace relativamente poco tiempo había muy pocos estudios sobre el impacto de la exposición prenatal a contaminación atmosférica en la salud del feto y el neonato.

Un hecho que refleja la producción científica reciente es la publicación, durante el año 2004, de cuatro revisiones sistemáticas de la evidencia epidemiológica, según estudios científicos.