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Papa solicitó un funeral sencillo y sin triple ataúd

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El pontífice expresó en vida su deseo de que lo sepultaran en la basílica romana de Santa María La Mayor

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Vaticano organizará protocolo luego de la muerte del Papa

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Vaticano, 21 de abril de 2025. Luego de una dura batalla peleada tras días de hospitalización por neumonía bilateral y dado de alta con terapias respiratorias, este lunes falleció el Papa Francisco a sus 88 años, el cual había dejado instrucciones claras y sencillas de como quería que fuese su sepultura.

El Papa había simplificado los pasos de las exequias (Honras Fúnebres), en el Ordo Exsequiarum Romani Ponteficis de noviembre de 2024.

Este ritual litúrgico, esta divido en tres estaciones que corresponden a: la vigilia, el funeral y la sepultura; este acto solemne lo orquestará el cardenal Camarlengo, el estadounidense Kevin Farrell, encargado de dirigir la iglesia en sede vacante hasta el próximo cónclave.

Vaticano organizará protocolo luego de la muerte del Papa

Primeros pasos de las exequias para el Papa argentino

En contexto, el primer paso será la «Constatación», que es cuando los médicos certifican el fallecimiento del pontífice. En el pasado, se realizaba golpeando un martillo de plata en la frente o llamándole por su nombre de pila.

Luego, una vez confirmado, el prefecto de la Casa Pontificia proclamará la defunción. Esta constatación, por orden de Francisco, ya no será en su habitación, sino en la capilla.

Seguido de esto, viene el segundo paso denominado «El Camarlengo», en el que la figura clave será el cardenal camarlengo, el cual, con paramentos rojos usado en señal de luto, entra a la habitación escoltado por un destacamento de la Guardia Suiza, símbolo de la nueva autoridad, para asegurar oficialmente de la muerte del pontífice.

Aunado a esto, se retirará de su dedo el «Anillo del Pescador», símbolo del poder pontificio, lo que marcará el final de su reinado.

Consecuentemente, el anillo se machacará con el sello papal para evitar cualquier falsificación de documentos u órdenes. Con el mismo propósito, se sellará la habitación del difundo. A este paso se le conoce como «Sellar el Legado».

Después, se realizará «El Anuncio», en el que se informará informará de manera inmediata al vicario de Roma, y luego lo hará saber a los fieles de la ciudad. Las campanas de San Pedro doblarán a muerto, anunciando al mundo y a Roma el fallecimiento.

El siguiente paso, tiene que ver con la tradición del «Triple Ataúd», en donde el cuerpo del papa iba en un féretro triple de ciprés, plomo y roble; pero el papa argentino prefirió usar solo uno.

Siguientes pasos

En línea con lo mencionado, el rostro del difunto se cubre con un pañuelo blanco de seda y en su féretro se introduce un tubo metálico que conservará un pergamino con sus «Obras más Importantes en Vida», además se mete una bolsa con algunas monedas acuñadas durante su pontificado.

Es costumbre que, se debe introducir una moneda de oro por cada año de reino, una de plata por cada mes y de bronce por cada día.

Luego del velatorio del cuerpo, se realiza el «Traslado Fúnebre», en el que el féretro se lleva a la basílica de San Pedro del Vaticano para su exposición a los fieles y autoridades.

Aparte, el cuerpo del papa Francisco se expone «Ante los Fieles», pero en vez de hacerlo en un catafalco, el pontífice prefirió que sea directamente en su propio ataúd, abierto. Asimismo, rechazó que se coloque el báculo papal a su lado. La exposición acostumbraba a durar tres días.

Seguido de esto, el «Funeral» pontificio, se celebra en la fecha que elija una reunión plenaria de cardenales. En los casos de los últimos cuatro papas, Pablo VI, Juan Pablo I, Juan Pablo II y Benedicto XVI, ese rito se celebró en la plaza vaticana, al aire libre.

Para el último paso, en cuanto a «La Sepultura», Francisco también cambió el manual de la liturgia funeraria para permitir su inhumación en un lugar distinto de la cripta vaticana.

Expresó en vida su deseo de que lo sepultaran en la basílica romana de Santa María La Mayor.

Con el papa enterrado, darán inicio las llamadas «Novendiales», las misas de difuntos celebradas en su honor durante nueve días consecutivos, empezando con la del funeral.

¿Quién será el nuevo Papa?

Normalmente, entre 15 a 20 días luego de la muerte Papal, todos los cardenales menores de 80 años son convocados a Roma para participar en la elección del nuevo pontífice en un cónclave,

Igualmente, se reúnen bajo llave en la Capilla Sixtina, y en este cónclave votarán 138 personas de las 252 que forman el Colegio Cardenalicio.

Igualmente, hasta la elección del sucesor de Francisco, los cardenales se alojarán en la residencia vaticana Casa de Santa Marta y no tendrán acceso a dispositivos electrónicos, como televisiones, teléfonos o radios.

En ese ambiente de clausura, los 138 cardenales participarán en una primera votación llamada «de sondeo». Luego, se celebrarán cuatro votaciones diarias: dos por la mañana y dos por la tarde. Así hasta que un candidato reciba dos tercios de los votos.

En cuanto a los candidatos para asumir el compromiso Papal, se encuentran nueve arzobispos, cardenales y otros roles de importancia. Te los detallamos a continuación:

Papa solicitó un funeral sencillo y sin triple ataúd
Luis Antonio Tagle (Filipinas, 67) Pro-prefecto del Dicasterio para la Evangelización. Progresista, carismático, ex arzobispo de Manila. Líder en misión global, cercano a los pobres. Podría ser el primer Papa asiático.
Papa solicitó un funeral sencillo y sin triple ataúd
Pietro Parolin (Italia, 70) Secretario de Estado del Vaticano. Moderado, con experiencia en acuerdos como el de China. Su habilidad diplomática lo posiciona como opción de consenso.
Matteo Zuppi (Italia, 69) Arzobispo de Bolonia, presidente de la Conferencia Episcopal Italiana. Progresista, ligado a Sant’Egidio. Defensor de la paz y los marginados, en la línea de Francisco.
Papa solicitó un funeral sencillo y sin triple ataúd
Peter Turkson (Ghana, 76) Canciller de las Pontificias Academias de las Ciencias. Moderado, enfocado en justicia social y cambio climático. Sería el primer Papa africano, un hito histórico.
Raymond Leo Burke (EEUU, 76) Cardenal conservador, ex patrono de la Orden de Malta. Crítico de las reformas de Francisco, lidera el ala tradicionalista, pero genera divisiones.
Peter Erdő (Hungría, 72) Arzobispo de Esztergom-Budapest, primado de Hungría. Conservador, respetado por su teología. Podría unir a quienes buscan firmeza doctrinal en Europa.
Willem Eijk (Países Bajos, 71) Arzobispo de Utrecht. Conservador, experto en bioética, firme en temas morales. Cercano al estilo de Benedicto XVI, apuesta por la tradición.
Juan José Omella (España, 79) Arzobispo de Barcelona, expresidente de la Conferencia Episcopal Española. Progresista, cercano a Francisco, ha impulsado la modernización de la Iglesia española. Su influencia lo pone entre los papables.
Carlos Aguiar Retes (México, 75) Arzobispo de México. Progresista, líder en el CELAM, promueve el diálogo interreligioso y la pastoral urbana. Representa la voz de América Latina.

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