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Macron “mete freno” en Nueva Caledonia
Desde Francia pretenden decirle a Nueva Caledonia, que está a miles de kilómetros de distancia y hasta separados por un continente y dos océanos, qué es mejor para la gran colonia.
París, Francia, 27 de mayo de 2024.- En pleno siglo XXI, todavía existen territorios que buscan su independencia pues son colonias de países que creen tener poderes superiores sobre las poblaciones y los utilizan de acuerdo a su conveniencia. Esto es lo que ocurre con Nueva Caledonia, una serie de islas que están ubicadas en el Océano Pacífico, mientras que Francia está a miles de kilómetros hacia el Océano Atlántico, pero depende aún del “reino” francés.
Ante una fuerte polémica por la necesidad de imponer una ley desde territorio francés, las protestas en la gran isla van en aumento y el presidente Emmanuel Macron decidió “aguantar” un tiempo más su propuesta de ley para que los habitantes de Nueva Caledonia “puedan comprender aún más la importancia de la misma para ellos”.
En pocas palabras, desde Francia pretenden decirle a Nueva Caledonia, que está a miles de kilómetros de distancia y hasta separados por un continente y dos océanos, qué es mejor para la gran colonia. El mismo Macron tuvo que viajar miles de kilómetros para llegar hasta la isla e intentar “controlar” la situación, llevando un mensaje de calma, que a los neocaledonios les pareció “prepotencia”, según los diarios locales.
¿De qué trata la reforma que pretende Macron en Nueva Caledonia?
La cuestionada Ley es una reforma del sistema de votación en la isla y esto fue lo que disparó las alarmas de los neocaledonios, gentilicio de quienes habitan ese lugar del planeta y que salieron a las calles a protestar tal apetencia desde Francia. De hecho el presidente francés decretó hace dos semanas un estado de emergencia que expira este martes 28 de mayo y que París no prolongará, según ha comunicado el Gobierno de Francia.
El proyecto de ley para una reforma del sistema de votación en Nueva Caledonia, que pretende imponerse desde Francia, pretende ampliar el electorado y permitir que las personas de la Francia continental con menos de 10 años de permanencia en el lugar también tengan derecho a voto.
Actualmente el voto en Nueva Caledonia, colonia francesa que busca su independencia desde hace años, está reservado a los originarios de esa región y a los residentes de larga data. La situación es tan grave que los vuelos comerciales a Nueva Caledonia, que vive del turismo, están suspendidos, y los únicos aviones autorizados a volar son los que ejecutan la orden de evacuación de turistas franceses varados en ese territorio.